Sí, ya sé que estamos en vísperas de la añorada festividad de los Reyes Magos y que lo «procedente» o apetecible sería publicar la receta de un delicioso «Roscón de Reyes» pero mira tú por donde, tenía ganas de publicar esta apetitosa receta que he guardado con cariño en la carpeta de pendientes de mi cocina virtual.
 
Reconozco que el pasado otoño ha sido muy especial para mí, es el primer año de mi vida profesional que he tenido que disfrutar de mis vacaciones en el mes de octubre y esta circunstancia me ha permitido dedicarme a la cocina sin prisa alguna donde las setas han sido un ingrediente al que he tratado con especial cariño, dedicación culinaria y entusiasmo gracias a mi amiga y compañera bloguera Conchi Zúñiga.
 
Los que ya me conocéis un poquito sabéis que me encanta el bacalao y cuando observé la receta de Conchi de Bacalao confitado con Trompetas de los muertos sabía que algún día tendría la fortuna de cocinar esta apetecible forma de preparar uno de mis pescados favoritos. La fortuna no tardó en llegar y estuvo de mi lado el pasado y generoso otoño. En la Plaza de Lugo de La/A Coruña pude comprar en más de una ocasión estas singulares setas a las que yo denominaría «Trompetas deliciosas» en lugar de Trompetas de los muertos gracias no sólo a su belleza sino también a su singular y agradable textura y rico sabor.
 Trompetas de los muertos o «Craterellus cornucopioides»
  Excelentes lomos de bacalao sin espinas
 Un kilo de Craterellus cornucopioides que compré en la Plaza de Lugo en La/A Coruña
 
Ingredientes:
 
700 gramos de excelentes lomos de bacalao sin espinas de las Islas Feroe.
300 gramos de Trompetas de los muertos o Craterellus cornucopioides.
1/2 kilo de excelentes patatas gallegas.
Aceite de oliva virgen extra de Córdoba.

Sal.

Preparación:

 1º.- Confitamos a fuego muy lento 300 gramos de Trompetas de los muertos en aceite de oliva virgen extra con un poquito de sal durante 90 minutos, escurrimos muy bien las setas con un colador y reservamos.
2º.- En el mismo aceite donde previamente hemos confitado los Craterellus cornucopioides -me encanta este nombre- confitamos a fuego lento los lomos de bacalao durante unos 15 minutos y procedemos a separar su deliciosa carne en forma de lascas que reservamos con cuidado en un plato.
3º. Para emplatar, procedemos a colocar por capas a nuestro gusto unas riquísimas patatas fritas en rodajas de cinco milímetros con lascas de bacalao y Trompetas de los muertos, napando generosamente por encima con un sabroso pil-pil que hemos preparado con el aceite donde previamente hemos confitado los lomos de bacalao.
A mi hija María le encanta el bacalao al pil-pil y me pidió que le preparase uno de los lomos de bacalao de esta forma. No pude resistirme a esta tentación y aquí os aporto una pequeña muestra y segunda propuesta gastronómica a un mismo tiempo del resultado final de este delicioso y emblemático plato de nuestra cocina tradicional, la mejor de la cocinas.
Con esta apetitosa entrada en mi/vuestra cocina, os deseo con cariño unos felices Reyes Magos y me permito la licencia de compartir con todos vosotros a modo de reflexión personal el texto inicial de la entrada que ha dedicado al Roscón de Reyes mi compañera bloguera Mary del blog denominado Cuchillito y tenedor.

Tenor literal:

Roscón de Reyes.

«Queridos Reyes Magos:
Este año no pido nada material ni para mí. Sólo quiero salud para todos los que me rodean y poder seguir disfrutando de mi familia y amigos como hasta ahora.
El tiempo va pasando y nos damos cuenta de que lo verdaderamente importante no se guarda en una caja, no viene envuelto en un bonito papel ni se compra con dinero.
Por favor, quisiera que debajo de mi árbol dejarais un manual que yo leeré atentamente, para aprender a ser mejor persona cada día, que incluya lo que debo aconsejar a mis hijas en cada momento sin temor a equivocarme y, si no es mucho pedir, algo de buena fortuna para esos amigos que no tienen la suerte de tener una familia como la mía, para que no pierdan la esperanza y vean que hay una lucecita al final del túnel…
Muchas gracias, señores Magos…
Sobre la mesa os dejaré un trozo de buen Roscón y chocolate caliente, os sentará bien en una noche tan fría…»