Confieso que me encanta visitar por las mañanas a primera hora si es posible las plazas de abastos, los mercados de las ciudades, la plaza como así se ha denominado siempre en mi familia  desde que era un chaval a la Plaza de Santa Lucía en A Coruña, mercado al que solía acompañar a mi querida madre los sábados por la mañana para ayudarle a transportar la pesada compra para una familia numerosa como la nuestra.  
Organizar la compra diaria de productos frescos para una familia de  once personas no es una tarea baladí y siempre me acuerdo con mucho cariño de mi querida madre cuando regateaba sobre todo con las pescaderas en la Plaza de Santa Lucía en A Coruña.
La actual Plaza de Lugo en A Coruña es un modelo de buenas prácticas pero hay que reconocer que el antiguo mercado de abastos de mi querida ciudad también estuvo durante muchos años acreditando muchas carencias y esta circunstancia que afortunadamente ya es historia me ha hecho reflexionar sobre todo en el actual y lamentable estado de conservación de la Plaza de abastos o Plaza de As Burgas de Ourense y su singular entorno exterior que está rodeado de múltiples y variados puestos que nos están pidiendo a “gritos” una empatía popular y sobre todo responsable por parte de nuestras Administraciones Públicas para rehabilitar con urgencia esta plaza o mercado de abastos y el rianxo de As Burgas.
Una oportunidad inesperada  en el camino me ha permitido visitar personalmente la Plaza de As Burgas y el singular entorno que la rodea y debo confesaros que he sentido una mezcla de cierta tristeza y sensaciones agridulces aderezadas de esperanza.
El singular y bonito edificio de la Plaza de abastos de Ourense (1929) tiene un valor histórico y arquitectónico importante y en su interior he comprobado la existencia de muchos puntos débiles como son la inexistencia de medidas de accesibilidad mínimas para personas con discapacidad como son entre otras, la posibilidad de utilizar ascensores  o escaleras mecánicas para desplazar a los usuarios. Asimismo he comprobado la escasa iluminación y que apenas había consumidores, no había alegría en los puestos ni en los rostros de las personas que los atendían en ese momento aunque ya me han informado que es durante los sábados cuando estas circunstancias son diferentes en cuanto a la afluencia de público.
Dos plantas, una planta superior para carnes, frutas, hortalizas, legumbres y productos lácteos entre otros víveres y una planta inferior para los pescados y mariscos prácticamente vacías y sin encanto.
Rianxo se muere compañeros. Es una verdadera pena como me decía uno de los placeros con el que estuve conversando un buen rato y quien se lamentaba como profesional y como ciudadano de Ourense que después de tantos gobiernos municipales ningún responsable político haya tenido la sensibilidad de ofrecerle a Ourense, a mi querido y desconocido Ourense hasta hace pocos años, una bonita y encantadora plaza de abastos como realmente se merecen sus ciudadanas y ciudadanos.
Una plaza de abastos, una plaza como a mí me gusta denominar a estos centros de suministro de víveres a los ciudadanos no sólo genera puestos de trabajo sino que también aporta valor, riqueza, alegría y encanto para la población local que observa como sus visitantes quedan admirados de los excelentes y variados productos naturales de nuestra querida tierra gallega.
Ourensetiene muchos encantos que ofrecer y esta ciudad se merece la empatía de su actual gobierno para poder hacer realidad un proyecto en el que tendrán que participar también con generosidad todas y todos los profesionales que en la actualidad y en un futuro próximo deseen realizar sus actividades profesionales en el interior y en el entorno exterior más próximo de este singular edificio con encanto.
Es necesaria una reforma integral urgente de la Plaza de abastos de As Burgas y de su entorno más próximo y este amateur de los fogones sólo puede aportar esta crítica constructiva y sin acritud alguna porque las ciudadanas y los ciudadanos de Ourense se lo merecen.
No hay un sábado que no visite temprano  mi querida, bonita y encantadora Plaza de Lugo en A Coruña siempre que puedo, me siento feliz cuando lo hago y me gustaría que todas las personas que visitaran todos y cada uno de los mercados de España sintieran esta grata sensación que alegra el corazón.
 
Con la música de Handel, os deseo un feliz fin de semana y os animo a visitar las plazas de abastos de los pueblos y ciudades de España.

Georg Friedrich Handel Concerti Grossi Op 6 N 1-12 

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