Un sabroso plato de Navidad.
La familia, ante una mesa generosa.

Si he de ser sincero, tengo que reconocer que cuando mi cuñado Chisco me entregó en una cesta de mimbre, al protagonista de esta entrada en mi blog, dudé en como podía preparar y meterle mano–perdonando la expresión– a este hermoso pavo casero de casi once kilos de peso (10 kilos 760 gramos). Nada más y nada menos que 43 comensales–bendita familia– tendríamos la oportunidad de disfrutar– ¡o no!; vayan ustedes a saber– de la sabrosa carne de este ave que ha sido criada con tanto esmero y con tanto cariño.Me dije a mi mismo y a mi familia , que no podía dejar pasar la oportunidad y el reto culinario de asar el gran pavo entero, en un horno generoso–en nuestro horno no cabía el protagonista– como el de nuestra amiga y vecina Susana, y comencé a documentarme sobre las diversas formas de asar y condimentar a este ave, no se olviden vuestras mercedes que la gastronomía es cultura, y no sólo ajo y perejil picadito.

Varias han sido las personas que me han aportado algunas recomendaciones, consejos, sugerencias, e información muy útil para afrontar este suculento reto culinario, como mi amiga y compañera bloguera, Berta Castro de El sabor de lo salado, mis amigos y compañeros blogueros Mar y Javier de Gastronomía & Cia y Mercedes Blanco en facebook. A tod@, os doy las gracias con afecto por vuestra generosidad y por saber compartir.

Gracias a Mapi y a Chistophe por haber viajado desde Francia para estar entre nosotros, y por haber compartido este sabroso vino, el champán (Champagne), los irresistibles patés y quesos franceses y el delicioso kouing amann. Un beso grande de toda la familia.
Como ya he comentado en facebook, un reto y una gran prueba culinaria ya superada, gracias a la generosidad de mi cuñado Chisco que ha compartido este hermoso pavo casero de casi once kilos con tod@s nosotr@s, y es que nunca me cansaré de repetiros con mucho cariño y con afecto que: Cuando se comparte se gana.

Un hermoso y sabroso pavo asado de casi 11 kilos (10 kilos 760 gramos)
Un reto culinario que ya he superado.
El pavo comenzó su andadura en el interior del horno.
Ingredientes:Un pavo casero de 1o kilos 760 gramos (11 kilos).
500 gramos de ciruelas pasas.
300 gramos de dátiles (tamaño grande, calidad extra).
300 gramos de orejones.
300 gramos de higos.
250 gramos de almendras naturales.
300 gramos de piñones.
4 hermosas manzanas reineta.
El zumo de dos limones.
300 cc de Brandy Lepanto, Gran Reserva.
200 cc de Vino de Rueda Solera.
750 de vino Pedro Ximénez.
Grasa de cerdo.
Aceite de oliva virgen extra.
Pimienta negra recién molida.
Sal gruesa de Guérande.

Compota de manzana:

2 manzanas reineta.
2 cucharaditas de azúcar.
La corteza muy fina de un limón mediano.
Un dedo de vino Fino (Montilla Moriles).

Preparación de la compota de manzana:

Mondamos las manzanas reineta, las troceamos sin pepitas, y las situamos sobre un recipiente que podamos introducir en el microondas. Añadimos 2 cucharaditas de azúcar, la corteza fina en trocitos del limón y un chorro de vino Fino Montilla Moriles. Introducimos el recipiente en el microondas a temperatura media durante unos tres minutos y batimos nuestros ingredientes con una batidora hasta obtener una crema suave y sin grumos. Dejaremos enfriando la compota en el frigorífico, y la retiraremos una o dos horas antes de llevarla a la mesa para acompañar nuestro plato de pavo asado.

Esta sencilla receta me la ha aportado Ángeles, y como buen alumno, la he preparado para este plato. Esta compota de manzana es muy rica dado que tiene un delicioso aroma y sabor a limón que nos aportará una cierta acidez muy agradable y que contrarrestará a nuestra dulce y sabrosa farsa.


Preparación:
1.- Comenzamos limpiando el pavo de restos de plumas, situándolo sobre un fuego de gas o con un soplete de cocina. Afortunadamente, no ha sido necesario llevar a cabo esta operación en mi caso, dado que «el galán»; o sea, este pavo venía con una presentación impecable.


2.-
Salpimentamos generosamente el pavo con sal gruesa y pimienta negra recién molida, por su interior y por toda la superficie exterior.
3º.- Aplicamos al pavo por su parte exterior, una fina capa o película de grasa de cerdo con un pincel de cocina o como en mi caso, con las dos manos. Os confieso esta licencia, dado que me había olvidado de retirar la grasa de cerdo del frigorífico con una o dos horas de antelación, y me vi obligado a darle un masaje exterior a esta hermosa ave. Tengo que comentaros que era tan grande, que tuve la sensación de que estaba llevando a cabo unas maniobras de quiromasajista.

 

Farsa o relleno del pavo.


4.-
Para preparar la farsa del pavo, comenzamos, dejando en maceración las frutas el día anterior en vino Pedro Ximénez, y removiendo los frutos cada 8 horas. Es conveniente que las manzanas reinetas las troceéis en pedazos que no sean muy pequeños, sabio consejo que debo agradecer a Mercedes Blanco.

Al día siguiente, continuamos dorando ligeramente las almendras naturales y los piñones en un poquito de aceite de oliva virgen extra. Posteriormente, añadimos las frutas, rehogamos un poquitín y regamos generosamente con el resto de vino Pedro Ximénez. A fuego lento, iremos removiendo con mucho cariño nuestros ingredientes, y reduciendo el vino, hasta obtener un resultado meloso, sabroso, oloroso e irresistible.


5.-
Dejaremos enfriar la farsa y comenzamos a rellenar el interior del pavo, ayudándonos de una paleta de madera o una cuchara. En este caso, Mapi me ha ayudado a rellenar generosamente a esta hermosa ave, y doy fe de que ha sido muy generosa en esta tarea. No conviene rellenar en exceso según los consejos y las recomendaciones de los expertos cocineros, que me han aportado los mencionados amigos y compañeros blogueros.
Mi hija María se había ofrecido a «suturar» a este galán», pero cuando observó como realizaba la tarea su abuela Ángeles, nos dijo que esto no eran los puntos de sutura que había estado realizando en las clases prácticas de tercero de medicina en la USC.

6.- Coseremos pues, la parte posterior del ave, auxiliándonos de un hilo de cocina y una aguja curva.


7.- Como podéis apreciar en estas fotografías, Ángeles lo hizo de maravilla y el protagonista de este reto fue trasladado hacia el interior del horno precalentado a 170º C grados, en el que ha permanecido durante cuatro horas y media (4,5 horas). La decoración de los muslos del pavo ha sido una iniciativa de Ángeles.

8.- La carne de este ave es excelente–lo digo porque aún la hemos degustado en el día de hoy y aún sobra carne para seguir disfrutando–, prueba de ello, es que el tiempo de asado que teóricamente tendría que haber sido de de unas 6 horas aproximadamente, sólo ha durado cuatro horas y media a una temperatura constante de 170 º C grados con horno convencional sin la función turbo o aire caliente activada.

Comencé el asado, situando el ave sobre un costado como podéis apreciar en una de las fotografías superiores, y cada media hora, y auxiliándome de dos guantes de silicona, he ido girando la pieza y la he ido regando generosamente con su propio jugo. Esta ha sido la tarea más complicada de llevar a cabo, dado que el animalito pesaba lo suyo y ¡ojo!, también quemaba lo suyo.


9.-
He ido regando la carne con Brandy, vino de Rueda Solea y zumo de limón durante la última hora de asado y este ha sido el resultado final de un reto que nos ha permitido a la familia disfrutar no sólo, de la sabrosa carne de este ave, sino sobre todo, del calor humano de 43 personas que nos fuimos sentando alrededor de varias mesas generosas, y que hemos sido muy felices en esta etapa del camino gracias sobre todo, a la creatividad, el ritmo y los cantos y el encanto de nuestros más pequeños que como cada año nos han sorprendido gratamente una vez más.

Me gustaría tener un recuerdo muy especial con todo mi cariño para el abuelo Julio, para Mayte, para Manolo, y para tod@s nuestros familiares que ya han fallecido dado que aunque ya no están con nosotros, siguen estando presentes entre nosotros, como nos decía hace unos días el incombustible, alegre y siempre vital Padre Dominico Alejandro, dado que su recuerdo sigue vivo; ¡muy vivo y presente! entre toda nuestra familia.

Escribo estas breves palabras con lágrimas en mis ojos, y sólo puedo deciros de corazón que disfrutéis intensamente de la compañía de vuestros familiares y amigos siempre.

Y como no deseo ponerme triste y menos aún, entristeceros a ninguno de vosotros, os dejo hasta la próxima receta con la música de mis amigos del grupo de música popular Candeal.
La Tía Melitona es el título de una simpática canción popular (número 7) del disco de Candeal denominado » tu sangre una canción «, un disco (ver su discografía) que me ha dedicado Toño el pasado mes de agosto, y que guardo y escucho con mucho cariño.

Carpe diem compañer@s, carpe diem y felices Reyes Magos.