Trece gastrotemas variados
» De entre los libros por él publicados, este último tiene la particularidad de concentrar las dotes artísticas de tres Enrique Mapelli de distintas generaciones sobre uno de sus temas predilectos: el arte de la buena cocina y sus raíces. De esta forma asocia a su labor literaria a su padre, Enrique Mapelli Raggio, abogado, pintor en la Málaga de principios del siglo XX y autor del Óleo que ilustra la portada del libro, y también a su sobrino Enrique Mapelli Gómez, arquitecto, responsable de los dibujos a plumilla de esta obra. Como reza la vieja canción española: » Bendita sea la rama que al tronco sale…».
Se cuenta que, cuando regresaban a su tierra los soldados que habían luchado en Flandes, donde tan raro les resultaba el vino, éstos bebían abundantemente para compensarse de anteriores carencias, y entonaban el siguiente brindis:
¡cuánto ha que no te he visto!
Y, ahora que, por fin, te veo,
¡gloria in excelsis Deo!»
Galego:
Castellano:
Saben Ustedes por qué llueve tanto en Santiago de Compostela. Un día Jesús se fue con Santiago y lo llevó a lo alto de un monte. Jesús subía el camino rápido y ligero mientras Santiago lo seguía como podía, jadeando. Jesús lo animaba: sigue que arriba hay una recompensa. Arriba Jesús, mirando al cielo (Santiago también miraba al cielo, tumbado, recuperándose), le dijo: «Aquí te nombro hijo del Trueno y te conocerán así». Santiago pensó que igual podía haberlo nombrado abajo, pero una vez hecho el camino, no le parecía mal nombramiento. El Trueno es hijo de la Nube, por el que la Nube es abuela del Santo Apóstol. Por eso, una Nube enorme visita con frecuencia Santiago de Compostela, se pone sobre la Catedral y, emocionada viendo la gente del todo el mundo y condición qué visita a su nieto, le surgen las lágrimas. Es esa lluvia fina que parece que no moja pero que cala.
Fuente consultada: La Casa de Galicia de Madrid acogió la sesión narrativa «Contando vengo ( y en el camino cuentos encuentro) que ofrecieron Paula Carbonell y Margarida do Mazo.
Enrique, ¡si Dios quiere nos vemos en Madrid!.
Un fuerte abrazo desde A Coruña.