Emplatamos esta sabrosa ración de lubina; ¡qué rica, rica!;¡de verdad!.
Os invito a disfrutar de este delicioso pescado, con sus patatitas, cebollita, vinito…..
Ricas patatiñas de Arteixo (La/A Coruña); ¡ qué ricas !.


Ingredientes para 4 personas:

-Un róbalo de 2 kilos.
-5 patatas medianas.
-4 cebollas medianas.
-2 dedos de vino de Rueda Solera.
-Medio vaso de aceite de Calanda (Teruel).
-4 dientes de ajo rojo.
-3 puntas de guindilla.
-Perejil picadito.
-Media cucharadita de pimentón de Cáceres.
-Sal gruesa.

Elaboración:

– Una vez que hemos terminado de limpiar nuestra lubina, la secaremos con un paño y le añadiremos sal gruesa en su interior y en el exterior, una hora antes de prepararla e introducirla en el horno.
– Cortaremos las patatas en rodajas de medio centímetro de grosor, les añadiremos un poquito de sal y las freiremos ligeramente en una sartén con aceite virgen extra.
-Pocharemos ligeramente la cebolla y la incorporaremos por capas a nuestras patatas.
-Posteriormente añadiremos un poco de vino de Rueda Solera por encima de nuestros ingredientes.

-Añadiremos un poquito de pimentón de Cáceres, que hemos diluido previamente en un poquito de aceite de oliva virgen extra de Calanda (Teruel). Posteriormente, introduciremos la fuente en el horno, previamente calentado a una temperatura de 160 grados, durante unos 20 minutos aproximadamente.

-Situaremos la lubina abierta con la piel hacia abajo sobre las patatas, y añadiremos sobre la misma, una fritura de ajo picadito con unas puntitas de guindilla. Después, introduciremos nuevamente la fuente en el horno convencional a una temperatura de 170º durante unos 15 ó 20 minutos aproximadamente.

-Una referencia para saber si el pescado está o no en su punto, consiste en intentar retirar con suavidad la espina central de nuestro róbalo.

Este receta para compartir, se la dedico con especial cariño, a mi compañera de camino en la Universitat Oberta de Calalunya y miembro del foro de Gastronomía, Celia A. Salvador, quien a sus 77 años está matriculada en los estudios de Psicología. Celia como persona es un ejemplo de motivación personal e ilusión por aprender, dado que personalmente estoy convencido de que la edad no debe ser nunca una limitación, para poder acceder a la información y sobre todo al conocimiento dado que tod@s –sobre todo, las personas con responsabilidades políticas en materia educativa– deberíamos apostar con firmeza por una educación sin barreras.