¿Qué os parece si despedimos a este cálido otoño con un sencillo y delicioso plato?. Hacía mucho tiempo que no encontraba en la Plaza de Lugo unos Cantharellus cibarius tan bonitos y de un tamaño tan espectacular.
Ingredientes:
350 gramos de Cantharellus cibarius.
3 cucharadas de aceite de girasol.
5 Huevos camperos.
Aceite de Oliva Virgen Extra (A.O.V.E).
Salsa fina de A.O.V.E, ajos rojos y perejil.
Sal en escamas.
Preparación:
Lavamos las setas debajo del grifo con muy poco caudal y las secamos muy bien con papel absorbente de cocina. Reservamos.
Me decidí a cocinarlos de la forma más natural y sencilla posible salteándolos a la plancha a potencia máxima con un poquito de aceite de girasol para respetar al máximo su aroma y su sabor.
Posteriormente, freímos unos huevos fritos camperos (Galicia Calidade) en abundante Aceite de Oliva Virgen Extra. Sobre ellos distribuimos generosamente las setas rociando al mismo tiempo con sal en escamas y con una mezcla de A.O.V.E, perejil y ajos rojos muy picaditos que había triturado previamente con una batidora de cocina e introducido posteriormente en un biberón de cocina.
Lavamos las setas debajo del grifo con muy poco caudal y las secamos muy bien con papel absorbente de cocina. Reservamos.
Me decidí a cocinarlos de la forma más natural y sencilla posible salteándolos a la plancha a potencia máxima con un poquito de aceite de girasol para respetar al máximo su aroma y su sabor.
Posteriormente, freímos unos huevos fritos camperos (Galicia Calidade) en abundante Aceite de Oliva Virgen Extra.
Sobre ellos distribuimos generosamente las setas rociando al mismo tiempo con sal en escamas y con una mezcla de A.O.V.E, perejil y ajos rojos muy picaditos que había triturado previamente con una batidora de cocina e introducido posteriormente en un biberón de cocina.
Sin palabras.
¡Qué plato más rico!.
La humanidad es acreedora de grandes atrocidades pero nadie puede dudar que los seres humanos podemos reconducir nuestras conductas, nuestros sentimientos, nuestros más nobles valores sociales en aras a conseguir la ansiada armonía y la paz en nuestras relaciones nacionales e internacionales; quién sabe si la música será nuestro necesario y vital catalizador social para conseguirlo. Yo estaría encantado en colaborar; ¿y ustedes queridos mortales?.
Querido y generoso otoño, tu compañero el invierno está a las puertas pidiéndote el relevo en el camino pero antes de que nos volvamos a encontrar y sentir en el próximo año si Dios quiere, yo me despido de ti con la esperanza de que nuestros hijos y nuestros nietos puedan disfrutar de un mundo nuevo, de un mundo solidario donde la generosidad de nosotros los mortales rebose a raudales en los diversos y diferentes entornos sociales de nuestro planeta.
Os deseo de corazón una Feliz Navidad, un próspero año nuevo y sobre todo que la salud y la Fuerza os acompañen siempre a lo largo del camino en buena compañía.
Besos y abrazos desde A Coruña, gracias, muchas gracias por compartir.
Un plato bien rico querido compañeiro que pena no poder catarlo uuummmm ,te ha quedado de relujo.
BIcos mil y feliz finde re wapo.