Este sabroso pescadito con sus patatitas y las verduritas pochaditas, aderezado con sal y vinito de Rueda Solera es un plato apetitoso y delicioso.
Querida Pili, ¿ a quién te recuerda lo de ito, ita, itos, itas ?; ¿ M…a tal vez?.

Tenéis que degustar la alfóndiga; os sorprenderá su agradable textura y sobre todo, su delicioso sabor; mejor dicho, una combinación de sabores entre gambas y salmonete. Mi hija María me decía, papá prueba la cola, está crujiente, sabe a gamba.

Nuestros ingredientes para este plato de cocina tradicional


Ingredientes para 6 personas:

Un hermosa alfóndiga de 2,5 kilos.
5 ó 6 patatas gallegas de A Laracha.
1 pimiento rojo.
1 pimiento verde.
4 cebollas medianas.
Un poquito de vino de Rueda Solera.
1/2 vaso de caldo de pescado (en esta ocasión, caldo corto con una cabeza de lubina).
Aceite de oliva virgen extra.
Pimienta negra recién molida.
Una pizca de pimentón de La Vera (un suspiro).
Sal gruesa.

Preparación:

1.- Cortamos en rodajas los pimientos.

2.- Pochamos a fuego lento por separado las cebollas en rodajas y los pimientos. Salpimentamos nuestros ingredientes, con un poquito de sal gruesa y pimienta negra recién molida.
Me gusta cocinar siempre con una copa de buen vino–Albariño en esta ocasión– al alcance de mi mano y con una agradable música de fondo que contribuirá a aderezar de inspiración culinaria, la preparación de este delicioso plato de nuestra cocina tradicional; la mejor de las cocinas; ¡la auténtica!.

3.- Bueno, sigo…. la cebollita ya está pochadita. Es muy importante que no aceleremos el pochado de las verduras, especialmente la cebolla.

4.- Mezclamos la cebolla y los pimientos, añadimos un poquitín de sabroso pimentón de Cáceres–rico, rico– rehogamos ligeramente, incorporamos el vino de Rueda Solera y subimos el fuego hasta que se consuma el alcohol durante unos 3 minutos.
5.- Pelamos y lavamos las patatas, las secamos muy bien con papel de cocina o con un paño limpio y las cortamos en rodajas de medio centímetro. Comenzamos a dorarlas ligeramente en aceite de oliva en la freidora o en una sartén en pequeños grupos; no todas en una sola tanda.
6.- En una fuente amplia de horno, vamos distribuyendo una capa de patatas, las verduras y situamos encima a la muy más sabrosa y bella, a nuestra alfóndiga, limpia, seca y a la que hemos añadido generosamente sal gruesa en su interior y exterior con una hora de antelación a su preparación.
7.- Incorporamos el caldo de pescado distribuyéndolo por la fuente y añadimos un poco de aceite de oliva sobre nuestra » Trigla Lucerna» a la que dedicaré posteriormente unas palabras de agradecimiento.

8.- Precalentamos el horno sin función turbo (aire caliente) a 180ºC durante unos minutos e introducimos el pescadito durante 30 minutos y podréis comprobar que maravilla; ¡un manjar!.

Juan, nuestro pescadero en la Plaza de Lugo (A Coruña), me dijo que no le añadiese tomate y que probara a preparar la alfóndiga (liberna, rubio, libernia, escacho) al horno entera. La verdad es que ha merecido la pena y hemos dado buena cuenta de ello; ¡ya lo creo!.Recomendaciones: Antes de introducir el pescado en el horno, cubrir su cabeza y las hermosas aletas pectorales con papel de aluminio.

¿Fea yo?, con lo rica que estoy
Tríglido (Trigla Lucerna)


Con lo buenas que estamos y lo que hay que escuchar.Fijaros bien en el hermoso e intenso color azul de sus aletas pectorales.

Son preciosas

No es fácil encontrar un ejemplar de este tamaño — más de 2,5 kilos– en la plaza. Menos mal, que cuando le encargo a Juan un pescado que me interesa, no me suele fallar.
Como ya sabéis, le había dedicado dos entradas en mi blog a este singular, curioso y sabroso pescado y me gustaría aportaros algunos datos más.
Los escachos que es como se llama a los tríglidos en Galicia, son muy populares entre los visitantes del Aquarium Finisterrae (A Coruña). Quizá sea porque acumulan muchos rasgos físicos peculiares que les confieren un aspecto original y simpático. Por eso el acuario los ha elegido como mascota.

Algunas curiosidades:

Cabeza acorazada.
La cabeza de los tríglidos es muy grande y está cubierta de placas óseas con espinas y salientes. Además, el extremo de la boca está aplanado y afilado, de modo que casi parece un hocico. El número y disposición de las espinas de la cabeza es característico de cada especie, de modo que puede usarse como rasgo para definirlas.

Peces con dedos. (ver vídeo)

Las enormes aletas pectorales de los tríglidos son enormes y de color intenso. Además, los tres radios inferiores están libres, son muy gruesos y están dotados de numerosos receptores sensoriales, por lo que los utilizan a modo de dedos para desplazarse «caminando» mientras rastrean y escarban en el fondo para desenterrar a sus presas.

Peces que » hablan».

Los tríglidos son capaces de emitir sonidos que suenan como ronquidos o gruñidos. Los producen haciendo vibrar los músculos que rodean su vejiga natatoria a un ritmo muy rápido, unas 24 contracciones por segundo. La vejiga actúa a modo de caja de resonancia, amplificando el sonido para que sea a mayor distancia. Se cree que los sonidos que emiten los tríglidos sirven para que los diferentes individuos de un banco permanezcan próximos y estable su posición.

Esta capacidad de los tríglidos se conoce desde muy antiguo y solía confundirse con el don de la palabra. De hecho, existen varias historias curiosas relacionadas con esa asociación. Una especialmente extraña es la del Linguáfono Dorado; un begel que, según la leyenda, hablaba fenicio y cuya alocución era una llamada a todos los peces del Mediterráneo para impedir que las naves romanas llegaran a Cartago.

Las tres especies más frecuentes en la Plaza de Lugo en mi hermosa ciudad son:

El begel (FAO), bejel, rubio, alfóndiga, liberna, tub gurnard, grondin perlon (Chelidonichthys lucerna) (Linnaeus 1758) se distingue de las otras especies por el intenso color azul de las aletas pectorales. Además tiene el hocico dividido en dos lóbulos poco marcados.

El garneo, escacho de altura, piper gurnard, grondin lyre (Trigla Lyra)(Linnaeus 1758) se diferencia sobre todo porque tiene el rostro profundamente lobulado y porque la espina situada en la mitad del opérculo es enorme (más de la mitad de la longitud de la aleta pectoral).

El arete (FAO), rubio, cuco, escacho bravo, red gurnard, grondin rouge (Aspitrigla cuculus) (Linnaeus 1758) se distingue de las otras dos especies porque su línea lateral está cubierta de escamas óseas en forma de » T «.

Tengo que agradecer a Francisco Franco del Amo, Director del Aquarium Finisterrae su amabilidad por haberme aportado esta ilustrativa y didáctica información, información que gracias a su generosidad, puedo compartirla con todos vosotros al calor de los fogones de esta cocina.

Francisco ha colaborado conmigo en una anterior ocasión (2006) cuando inicié mi aventura gastronómica en la Universidad, como creador y coordinador del foro de Gastronomía–sección foros culturales de la UOC–Compartiendo fogones en la actualidad–, en una aportación en Gastronomía en Verso que había dedicado a los percebes ( Hablando de percebes). Curiosamente y a pesar de mis pesares, esta aportación a día de hoy, aún no tiene ni un solo y triste comentario.

Apreciada Finuca, compañera de camino entre fogones a través del ciberespacio virtual, no por ello menos real, no puedo olvidarme de tu colaboración en estas lides. Mucho me hiciste reír el otro día en Facebook cuando me comentabas que ibas a soñar con este sabrosísimo pescado. Os recomiendo que visitéis su cocina (Las recetas de Finuca)

Ayer por la noche, les comentaba a mis queridos alumnos en la Universidad que cuando se comparte se gana y gracias a la generosidad y a la empatía de Francisco Franco del Amo, puedo confirmar una vez más que así es.

Ver también:

¡ Hablando de percebes !.
Caldeirada de alfóndiga.
Diferencias morfológicas entre la alfóndiga y el escacho.

Os animo a visitar el Aquarium Finisterrae de La Ciudad de Cristal y os pido disculpas anticipadas por si he cometido alguna errata.

Carpe diem y que la salud y la fuerza os acompañen siempre.