Bendito pan causante de alegrías y de emociones.
Antes de que finalice este año deseo compartir con vosotros algunas de las gratificantes experiencias gastronómicas que he disfrutado haciendo pan en mi cocina después de ir adquiriendo conocimientos poco a poco introduciendo las manos en la masa.
Vaya por delante mi sincero agradecimiento personal a Eloy Moral por haber causado en mí un interés excepcional por el ilimitado universo del pan. Muchas gracias a mi profesor y maestro durante el apasionante e ilustrativo curso de alta hidratación de Amasado Fisterra Juan Luis Estévez. Gracias a Virginia Martín por ilustrar y compartir con pasión sus conocimientos culinarios y a mi paisano Edu (Opelouro) por ilustrar y compartir. Muchas gracias a Ramón Garriga de Gluten Morgen y a Ibán Yarza. Gracias a todos los maestros, compañeras y compañeros blogueros gastronómicos y a todas las personas que de alguna forma me han motivado y me han ayudado directa o indirectamente a disfrutar con pasión de todas las emociones y satisfacciones personales que he tenido enhornando y compartiendo pan en mi casa.
Queridos familiares, amigos, compañeros y seguidores de Gastronomía en verso, este será mi último post del año 2020 y deseo aprovechar esta oportunidad para desearos a todos de corazón unas felices fiestas y un nuevo año 2021 rebosante de esperanza, de salud y de felicidad a raudales.