Me encanta la caza sea ésta mayor o menor y he tenido la fortuna una vez más de que mi cuñado Francisco me haya regalado un par de conejos de monte. Deseo compartir con vosotros esta sencilla receta de nuestra cocina tradicional que he tomado del libro denominado » La Cocina Práctica «, decimosexta edición, Santiago de Compostela 1981, de Manuel M.ª Puga y Parga (PICADILLO). 
 
Este libro singular y emblemático de nuestra cocina tradicional que utilizaba con frecuencia mi querida madre para cocinar en nuestra casa es mío-mi tesoro-y está en mi poder-¡mi tesoro!- gracias a mi querida hermana Rosa María que lo ha conservado durante todos estos años y quien me lo ha regalado sin tener yo conocimiento de que este libro existiera a día de hoy en nuestra familia. 


No conocéis a Rosa Mari como así le llamamos sus hermanos pero quiero que sepáis que es una de las personas más cariñosas, buena y generosa que he conocido en mi vida. Rosa es una buena persona como así definimos los mortales a los seres humanos con quienes  a veces tenemos la dicha de encontrarnos en el camino.
 
He adaptado la receta original a mi gusto y me dispongo a compartir con vosotros la preparación de este plato al calor de los fogones de nuestra cocina que también es la vuestra.

Ingredientes:
 
Un conejo de monte de 2 kilos.
1,5 kilos de patatas de A Laracha.
Dos cebollas rojas.
Dos dientes de ajo.
Un pimiento rojo-verde.
Un pimiento choricero.
Un puerro.
Un tomate.
Pimienta negra.
Perejil.
Azafrán.
1/2 vaso de Brandy Lepanto.
1/2 vaso de vino de Rueda Solera.
Una cucharada de vinagre.
Aceite de oliva virgen extra.
Romero, tomillo y laurel.
Sal.
Preparación:
1º.- En una cazuela cubrimos el fondo con aceite de oliva virgen extra y doramos a fuego lento un diente de ajo como podéis observar en la fotografía superior.
2º.- Limpio y destripado el conejo lo cortamos en trozos a nuestro gusto, lo salpimentamos y lo sellamos ligeramente en la cazuela hasta que adquiera un agradable color dorado.
.- Reservamos la carne para una sorpresa posterior que os agradará; ¡seguro que sí!.
4º.- Cortamos las dos cebollas y un diente de ajo en brunoise y pochamos nuestros ingredientes a fuego lento durante unos diez minutos.
5º.- Troceamos el puerro y el pimiento, incorporamos dos hojitas de laurel, un poquito de sal y continuamos pochando durante  unos cinco minutos más nuestras verduritas.
6º.-Incorporamos la pulpa del pimiento choricero que previamente hemos mantenido en agua caliente durante media hora y continuamos pochando unos minutos más.
7º.- Incorporamos una cucharada de vinagre, medio vaso de vino de Rueda Solera y elevamos la temperatura del fuego durante unos minutos hasta que se consumo el alcohol.
8.- Rallamos el tomate sobre las verduras y continuamos sofriendo a fuego lento nuestros ingredientes durante 3 minutos más.
9.- Y aquí está la agradable sorpresa que le teníamos reservada a la carne. Flambeamos con el medio vaso de Brandy Lepanto hasta que se consuma el alcohol. 
10º.- Incorporamos nuestro sabroso sofrito de verduras sobre la carne, una pizca de tomillo, una ramita de romero y removemos con mucho cariño a fuego lento nuestros ingredientes durante un par de minutos.
11º.-  Disolvemos uno o dos sobres de azafrán en una taza de agua muy caliente  o caldo de carne suave y  la incorporamos sin llegar a cubrir la carne. Mantendremos cociendo nuestros ingredientes a fuego lento – 4 ó 5 en vitrocerámica-  durante 25 minutos con la cazuela tapada.
12º.-Troceamos las patatas rompiéndolas en pequeños trozos y las incorporamos a nuestro guiso con un generoso ramito de perejil manteniendo la cazuela al fuego durante unos 20 minutos más. Dejaremos reposando el guiso durante unos 3 minutos y comenzaremos a servir a nuestros afortunados comensales.
Queridos amigos y cazadores deseo que hayáis disfrutado de este sabroso plato de caza menor, brindo por vuestra salud y canto con vosotros para que el camino hacia los fogones sea más agradable en compañía de la alegre música de Candeal.