El cocido.

Con medio kilo de vaca
y diez céntimos de hueso,
un cuarterón de tocino,
un buen chorizo extremeño
y garbanzos arrugados
que ensanchan en el puchero,
sale de mi casa un cocido
que nos chupamos los dedos.
Cuando llega la matanza
se compra hocico de puerco
y echo un cuarto de gallina
si hay en casa algún enfermo.
Solemos tomar la sopa,
arroz, sémola o fideos;
si es de pan, con hierbabuena,
Los macarrones con queso.

José Fernández Bremón.

Nota: Enrique Mapelli López nos cuenta en la página 58 de su libro sobre “La Gastronomía en Verso” lo siguiente sobre los anteriores versos:


“ La fórmula versificada de Fernández Bremón parece que se refiere al cocido extremeño. Cosa sabida es que el cocido se extiende por muchos lugares de España ofreciendo variantes que son de más o menos cantidad. El cocido más famoso, el que ha adquirido mayor difusión, es el cocido madrileño aunque hay otros, como el montañés y el maragato, que gozan también de gran predicamento.”

 

Posdata: Estos sencillos versos que nos destacan entre otras cualidades, las bondades del cocido, se los dedico especialmente con cariño a mis compañer@s de nuestra hermosa Extremadura.