Es tiempo de Adviento, tiempo de ilusión y sobre todo tiempo de esperanza. Cuatro semanas llenas de dulce ilusión y dulce variedad de sorpresas para nuestros más pequeños. De todas formas, los mayores pueden participar y compartir también, dado que en realidad, todas y todos también somos niños, y en los múltiples y variados casilleros de nuestras correspondientes almas hay mucho que aportar y compartir para y con los demás, sobre todo, con aquellos que no tienen nada.¡No se priven por favor!, pero al igual que a tod@s nos gusta y nos produce alegría recibir –¡y no precisamente sólo golosinas!–también nos producirá muchísimo más gozo, dar; ¡créanme de verdad!, esto no es una hipótesis estadística mas a confirmar, sino una realidad plena.
¡Cuando se comparte se gana !.¡Saludos cordiales!.