Lubina al horno con salsa romesco
Mi querida suegra Ángeles, me despertó temprano esta mañana–todo hay que decirlo– sobre las 10:00 horas, y cuando abrí la puerta me dijo:- Juan Carlos, he ido temprano a la plaza y he comprado esta hermosa lubina de 3 kilos, a ver como la preparas.Tengo que confesaros que la lubina es mi pescado favorito después del bacalao y que en casa, solemos prepararla en caldo corto con dos salsas o a la espalda con patatitas panadera, pero me apetecía cocinarla de una forma diferente.

Después de desayunar, María me dice que había visto preparar la lubina a Karlos Arguiñano en la televisión con salsa romesco y cebolletas tiernas a la plancha, así que me animé a buscar en la RED la información necesaria–que no es lo mismo que conocimiento necesario– y me encontré con el gran cocinero paradigmático que es Karlos Arguiñano, al calor de sus fogones.

Ahora que estoy redactando este entrada en el blog, me he acordado de una receta que hacía referencia a la salsa romesco, aderezada de un delicioso artículo muy ilustrativo sobre esta deliciosa salsa y la etimología de la palabra romesco–cigalas a la plancha con salsa romesco— que había visto en la página Web de mi compañera bloguera Maduixa denominada Salseando la cocina. Os recomiendo este estupendo espacio de encuentro.

La experiencia ha sido muy positiva para mí, porque he disfrutado de mi familia y de la compañía de mi hija María quien ha realizado la mayoría de las fotografías que podéis ver en este sencillo reportaje mientras este aficionado a la cocina, intentaba transformar información en conocimiento.

Creo que he conseguido mi objetivo, dado que la lubina estaba deliciosa–en su punto–, las cebolletas han sido un manjar como acompañamiento de este plato; ¡es curioso!, pero nos han encantado a todos, así que os recomiendo que las preparéis a la plancha de esta sencilla forma.

Karlos Arguiñano tiene mucha razón cuando comenta durante la preparación de este plato de nuestra cocina tradicional, que tenemos que «copiar las buenas ideas«, y estoy absolutamente de acuerdo con él, dado que todas las regiones de España tienen productos singulares, gastronomía, costumbres, tradiciones, culturas, lenguas y un sin fin de cosas hermosas más que aportar para compartir, y que configuran a nuestro país como un país para comérselo.

Después de 22 minutos en el horno a 180ºC
Un plato delicioso
Nuestros ingredientes básicos

Nuestros ingredientes para 7 personas:

Una lubina de 3 kilos.
9 cebolletas tiernas.
4 tomates.
7 ñoras.
1 cabeza de ajos rojos.
24 almendras.
20 avellanas.
3 rebanadas de pan.
Una guindilla (trocito).
8 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra.
Una cucharada y media de vinagre más una cucharada de vinagre de Módena.
Pimenta negra recién molida.
Sal gruesa.

Una hermosa lubina de 3 kilos

Preparación de la lubina:

1.- Comenzamos limpiando muy bien la lubina de escamas y separando los dos lomos con un buen cuchillo de cocina. He realizado por primera vez esta experiencia práctica en casa, y creo que he superado la prueba con notable alto. De todas formas, os recomiendo que le pidáis a vuestro pescadero que realice esta operación para ganar tiempo en la preparación de este plato.
2.- Añadir un poco de aceite de oliva virgen extra a los dos lomos de la lubina por ambos lados, y salpimentar generosamente con sal gruesa y pimienta negra recién molida. Introducimos la fuente en el horno precalentado a 180ºC durante unos 22 minutos, teniendo en cuenta que era un hermoso ejemplar.

3.-Preparación de la salsa romesco:

3.1.-Precalentar el horno a 180ºC con función turbo (aire caliente).
3.2.-En una fuente situamos cuatro tomates, una cabeza de ajo, las siete ñoras–podéis limpiarlas de pepitas antes– y añadimos sal y un poquito de aceite sobre nuestros ingredientes.
3.3.-Introducimos la fuente en el horno durante 25 minutos y a los 5 minutos retiramos las ñoras.

3.4.- Cortamos tres rebanadas de pan, y las freímos en aceite de oliva virgen extra hasta que queden crujientes.

3.5.-Limpiamos bien las ñoras de pepitas y salteamos en la sartén sin aceite las almendras y las avellanas hasta dorarlas un poquito. Tengo que confesaros que me pasé con las cantidades (proporciones) de almendras y avellanas, de ahí que la salsa resultante estaba bastante espesita, pero así es la cocina y la vida misma, como nos comenta Karlos Arguiñano. Yo os recomiendo que sigáis las instrucciones del maestro, y si queréis después añadir algunas almendras y avellanas más, siempre estaréis a tiempo.

La experiencia es la madre de la ciencia y estoy convencido de que mi próxima salsa romesco estará mucho más rica y no tan espesa.

3.6.-Transcurridos unos minutos, le quitamos la piel a los tomates y a los ajos, y los incorporamos en un recipiente con las almendras y las avellanas tostadas, las ñoras en trocitos, el pan frito en trozos, la guindilla, sal gruesa, el vinagre y el aceite de oliva virgen extra.
3.7.-Con una batidora, trituraremos muy bien nuestros ingredientes, hasta obtener una sabrosa salsa romesco increíble.
3.8.- Sobre una plancha de cocina, situamos las cebolletas que previamente hemos cortado en dos mitades y les añadimos un poquito de aceite de oliva virgen extra y sal. Las preparamos a temperatura moderada–3 sobre 4– durante unos 10 minutos hasta que estén tiernas y sabrosas.Las cebolletas serán el acompañamiento de la lubina al horno con la salsa romesco. Si os gustan las patatas cocidas con un poquito de laurel y sal gruesa, no os decepcionarán cuando las degustéis con esta sabrosa salsa de la cocina tradicional de Cataluña.

Me gustaría finalizar esta entrada en el blog con una recomendación, y es que si os animáis a preparar este sabroso plato, y os gustan las cebolletas a la plancha al igual que a vuestros comensales, preparéis por lo menos, dos cebolletas como mínimo por persona (4 mitades), dado que os sorprenderán, por lo tiernas, dulces y sabrosas que estarán, transcurridos unos breves 10 minutos.Esta aportación al blog, se la dedico con todo mi cariño a mi cuñada Carmen, a mis sobrinas Patricia y Almudena y a mi querido hermano José Luis que es un excelente pescador ,con la finalidad de que se anime a preparar, y a compartir este delicioso plato de nuestra cocina tradicional, en familia.

Carpen diem compañer@s.