Los pastissets de Elia son tentadores

El pasado mes de marzo, nuestros amigos Ramón y Marisa nos invitaron a cenar en su casa donde tuve el placer de cocinar entre fogones compartidos una sabrosa carne de potrillo guisada. Aquel día, le pedí a Marisa que me diera la receta de los deliciosos pastissets que nos había preparado Ramón siguiendo la receta de su madre.
Ramón ha vivido varios años en Menorca con sus padres. Su madre Elia tiene 94 años y habían transcurrido más de 30 años–¡cómo pasa el tiempo!– sin que nos hubiéramos vuelto a ver desde aquella primera vez que había visitado a los padres de mi amigo en su casa en A Coruña. Aquella misma tarde en el salón, le comenté a Ramón que estaba convencido de que su madre me reconocería a pesar de haber transcurrido tantos años y le pedí que no le dijera quien era yo cuando me presentase en su casa. Ramón le pregunto: – ¿Quién es este señor mamá?, ella no me reconoció a primera vista pero cuando Ramón le dijo:- Es un amigo mío de la academia militar, Elia dijo: -Alonso; ¡cuánto tiempo! pero si estás fenomenal.Es increíble amigos, hoy mismo durante la sobremesa cuando le comentaba a mi familia esta grata circunstancia mientras degustábamos los pastissets que preparó María, reconozco que me he vuelto a emocionar.

A sus 94 años de edad, esta agradable y vital mujer me ha sorprendido por su lucidez y reconozco que nos ha puesto a todos «el listón muy alto». Le deseo de todo corazón a Elia que la salud le acompañe a lo largo del camino para que pueda disfrutar de sus seres queridos durante muchos años más; ¡ah!… y que nosotros lo veamos.

Ingredientes:

1/2 kilo de harina.
1/4 kilo de azúcar.
1/4 kilo de manteca de cerdo.
Azúcar glas para espolvorear sobre los pastissets.

Curioso molde hecho a mano para cortar la masa

Preparación:

1º.- Mezclamos bien la harina, el azúcar y la manteca de cerdo durante varios minutos hasta integrar muy bien nuestros ingredientes y dejamos reposando la masa durante un par de horas.


2º.-
Estiramos la masa con un rodillo sobre una superficie firme hasta obtener un grosor uniforme de medio centímetro más o menos. A Continuación, cortamos la masa con el molde ejerciendo un ligero movimiento lateral para obtener con facilidad las flores que observáis en las fotografías.3º.- Situamos los pastissets sobre una bandeja de horno cubierta con papel de cocina y la introducimos en el horno precalentado a una temperatura de 150º C con función turbo durante viente o veintidós minutos nada más.

4º.- Transcurrida media hora cuando los pastissets estén fríos espolvoreamos azúcar glas sobre ellos.

María decidió decorar algunos de los pastissets con trocitos de guindas escarchadas y con lágrimas de chocolate y ha sido una idea estupenda.

Observación: Nos había sobrado masa y la dejamos en el frigorífico. Transcurridos dos días, volvimos a preparar los pastissets que podéis ver en estas fotografías y me gustaría resaltar que la masa al estar más fría resultó más fácil de moldear y de trabajar con ella para cortar las flores.

Ramón nos ha recomendado que no nos pasemos de tiempo y con la temperatura en el horno para que los pastissets queden en su punto ideal de textura y sabor.

 

Pitusa, la amiga de mi suegra Ángeles le regaló una botella de este delicioso licor de albariño que hemos podido disfrutar para maridar este sencillo y sabroso postre tradicional. Un postre que tiene «la virtud o el defecto»–según se mire– de que como comiences a degustarlo date por rendido querido amigo ante el implacable y tentador placer de su irresistible sabor porque repetirás; ¡ya lo creo que volverás a repetir, no una sino varias veces más!.Pitusa, muchísimas gracias por este delicioso licor de albariño de la Bodega Gil Armada en el Pazo de Fefiñáns en Cambados que gracias a tu generosidad hemos podido compartir y disfrutar en familia.

Elia, brindo por tu salud y te doy los gracias por compartir con nosotros esta deliciosa receta de nuestra cocina tradicional; la mejor de las cocinas.

Un beso grande con todo mi cariño.