Almejas con Fettuccine
Ingredientes:
-Almejas: 1 kilo
-Fettuccine: 500 gramos.
-Ajos: 1 diente
-Perejil Picado: 2 cucharadas
-Cebolla: 1 grande
-Miga de pan rallado: 1 cucharada
-Vino de Rueda Solera: ½ vaso
-Laurel: 1 hoja
-Aceite: 1 decilitro
-Limón: ½ limón
-Pimienta negra: A gusto del consumidor.
Preparación:
Se lavan bien las almejas y se ponen en una sartén con medio vaso de agua fría y se hacen cocer a fuego vivo. A medida que van abriendo se van sacando con una espumadera a una tartera como podéis observar en la fotografía. Se cuela por tamiz fino el agua de cocerlas con la finalidad de eliminar las posibles arenillas y se reserva.
En una sartén se pone el aceite, se calienta y se fríe la cebolla y el ajo bien picaditos, y cuando estén dorados ambos ingredientes añadiremos el pan rallado y se rehoga un poco, se agrega el agua de cocer las almejas, el vino de Rueda, el laurel, el zumo de medio limón y la pimienta negra recién molida. Se deja dar un hervor y se vierte esta salsa sobre las almejas, dejándolas cocer despacio unos diez minutos. Se rectifican de sal y se añade el perejil picadito.
Una vez hayamos preparado las almejas incorporaremos una pasta italiana (Fettuccine 500 gramos). Los fettuccine los he cocido como ya sabéis en agua hirviendo durante 10 minutos después de haberles añadido previamente un poco de sal y un poquito de aceite de oliva Virgen Extra.
¡Os deseo un buen fin de semana!
Inauguro los comentarios de tú primera entrada 🙂 me ha resultado curioso lo de la pasta sobre los ingredientes, mucha gente no lo sabe y yo pensándolo bien en algunas preparaciones lo hago como dices y en otras al revés y de ahi a veces que no quede tan sabrosa puede ser?
Un placer retomar la lectura de un blog espectacular y mimado
Josiño, muchas gracias por «abrir brecha» con un comentario en esta entrada en homenaje a un sabroso plato de nuestra cocina tradicional porque está muy rico y se lo merece.
Efectivamente, como amateur-que no experto- gastronómico confirmo que lo más recomendable es añadir la pasta sobre la salsa y no al contrario, y remover con cariño y sin prisa alguna.
Gracias por tu agradable visita compañero de fogones compartidos porque has hecho honor y has mostrado empatía al principio básico de que no hay concepto sin afecto.