Unos sabrosos tomates de campeonato
Queridos Maite y Joaquín, todo estaba riquísimo, churrasco, empanadas de carne y bonito, postres varios y buen Rioja y ese vino moscatel tan sabroso, y aunque los hermosos tomates–alguno de ellos pesaba más de un kilo– no eran de Deusto, sí puedo confirmar en este espacio en la red que aderezados generosamente por María con el ajito picadito, sal y con un excelente aceite de oliva virgen extra estaban para disfrutar, mojar y pecar una y otra vez.
La música popular es muy sabia Joaquín, así que tendremos que ir nuevamente a mi querido Bilbao a probar esos sabrosos tomates de Deusto.

Bilbao y sus pueblos.

Cuando hablemos de Bilbao, tengamos siempre presente que hay pueblos que le rodean, le dan solera y ambiente a toda Vizcaya entera.
Aupa el Erandio, que es de Erandio, aupa el kaiku, que es de Sestado, los Hornos de Barakaldo, que alumbran todo Bilbao.
Puente de Portugalete, tu eres el más elegante, Puente de Portugalete, el mejor Puente Colgante.
Sardinas, las de Santurce, merluzas, las de Bermeo, txakoligorri de Bakio, y los tomates de Deusto.
Y visten con elegancia la aristocracia en Neguri, pantalones de mil rayas, al igual que los de Atxuri.
Por todo el Duranguesado como el de las Encartaciones, a Bilbao le dan la salsa, para entonar sus canciones.
Bilbao, metido en un «Botxo», ¡ Ay Bilbao, Bilbao ! se cubre con la solera, ¡ Ay Bilbao, Bilbao ! que le dan todos los pueblos, ¡ Ay Bilbao, Bilbao ! que tiene Vizcaya entera.
Viva la gracia y la sal, viva el humo y el salero, viva Vizcaya cantora, viva Bilbao, que es mi pueblo.
Que viva, que viva, que viva Bilbao, que viva Vizcaya y su buen bacalao.Un abrazo para los dos, y para toda vuestra familia con todo mi cariño.

 

 

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