Una noche oscura de noviembre de 2009, llegamos al ayuntamiento de Olmedo, y comencé a realizar la maniobra de marcha hacia atrás correspondiente para aparcar mi coche nuevo, recién estrenado. El sensor de distancia, y mi querida hija María me indicaban al mismo tiempo–«todos a una»– que había un objeto extraño, no identificado y próximo, situado en la parte trasera de mi vehículo, con cristales tintados–antes de escoger esta opción, pensadlo dos veces–pero cuando me di cuenta, ya no había remedio, y la rotura de mi intermitente trasero derecho era ya un hecho.Esa misma noche;-¡qué fatalidad!–, un querido familiar mío, después de haber compartido una agradable velada con nosotros, sufrió en su vehículo las lamentables consecuencias de esta mala práctica urbanística, en esta ocasión, dos puertas dañadas.

Propuesta de mejora:

Sr. Alcalde del ayuntamiento de Olmedo; bonito y encantador lugar, próximo a la Costa del Torrezno, con el debido respeto, yo le pido sin acritud a vuestra merced que se dé un paseo por el lugar que figura en esta fotografía, y transmita las oportunas instrucciones–con autoridad y responsabilidad– de mejora a sus Departamentos de Obras Públicas y Urbanismo:

¡Por favor!, las farolas a su sitio.

Print Friendly, PDF & Email