Es curioso pero hasta que cociné la melva en mi casa nunca la había degustado con anterioridad ni en casa de mis queridos padres ni en la casa de mis suegros; ¿por qué será?. Este exquisito pescado azul lo había degustado en muchas ocasiones en variadas conservas de mi querido Cádiz y este sabroso pescado azul me encanta aunque reconozco que por estas tierras del noroeste de España no tiene tanta aceptación como así la tiene en el atlántico andaluz.
No sé si recordaréis una anécdota que os había comentado hace pocos días y que me había sucedido en la Plaza de Lugo en A Coruña relacionada con este sabroso túnido. Yo estaba observando como un pescadero le preparaba a una señora un hermoso ejemplar de melva separándole los lomos y mientras mi paisano se dedicaba con cariño a la faena yo le preguntaba a esta amable señora como cocinaba ella este pescado. Ella me dijo que la melva la cocinaba en escabeche con la receta que la gran mayoría de nosotros conocemos; es decir, dos vasos de aceite de oliva virgen extra, un vaso se vinagre, un poquito de vino blanco, ajos, pimentón, laurel, pimienta negra, sal y sobre esta sabrosa salsa cocía la melva a fuego lento en pocos minutos.
Cuando el pescadero le entregó la melva a esta señora llegó mi turno y al preguntarme que deseaba yo le respondí sin dudarlo un solo instante que me limpiara de la misma forma el otro hermoso ejemplar de melva que tenía en su puesto de pescado a lo que él me respondió: – Lo siento mucho pero esta melva está reservada…..(sin comentarios).
La verdad amigos, reconozco que nunca me había sucedido una cosa igual y tan decepcionante pero afortunadamente la semana pasada hubo capturas importantes de este sabroso túnido y a un precio excelente.
Tengo que darle las gracias a Teri Ceán, a esta guapa, simpática y agradable mujer que me ofreció un precioso ejemplar de melva fresquísimo y además como obsequio alguna recomendación adicional para que cocinara este pescado azul según lo hacía su madre.
Le prometí a Teri Ceán, a esta bella y amable pescadera de la Plaza de Lugo en A Coruña que le dedicaría la receta de este plato. Quien bien me conoce, sabe que como buen caballero afirmo que lo prometido ha de ser cumplido y en este caso lo hago con todo cariño y sincero agradecimiento personal.
La calidad de los pescados y mariscos de la Plaza de Lugo son excelentes
A la vista está y además a buen precio para un pescado excelente, muy saludable y sabroso como es la melva, un túnido que goza de Indicación Geográfica Protegida (IGP), un bello pescado que casi parece de plata y que es muy valorado en la cocina andaluza por lo que debemos tomar buena nota por estas bellas tierras gallegas porque cuando se comparte se gana.
En esta imagen podéis observar a Teri Ceán cortando en rodajas un hermoso ejemplar de melva 1,3 kilos que pocas horas después cocinaría con cariño al calor de los fogones de mi cocina.
No podéis perderos esta experiencia así que os animo a continuar leyendo y observando la preparación de un plato que está de rechupete si realmente os apetece.

Nuestros ingredientes:

1 melva de 1,3 kilos en rodajas.
2 cebollas del país.
2 dientes de ajo rojo.
1 hoja de laurel.
1 cucharadita de café de Pimentón agridulce de La Vera.
1 vaso de aceite de oliva virgen extra.
1/2 vaso de vinagre de manzana de agricultura ecológica.
2 dedos de Vino de Rueda Solera.
Harina.
Pimienta negra.
Un poquito de zumo de limón.
Sal fina.

Preparación:
1º.- Retiramos el exceso de sangre del pescado con papel absorbente de cocina y lo salamos con una hora de antelación.
Observad la presencia, la calidad y la frescura de este saludable pescado azul
2º.- Cortamos las dos cebollas en juliana y en una sartén las pochamos a fuego lento en aceite de oliva virgen extra durante varios minutos hasta que queden muy tiernas.
Ya tenemos los ingredientes preparados para los siguientes pasos
3º.- Sobre una cazuela añadimos el vaso de aceite, el vinagre, varias bolitas de pimienta negra a nuestro gusto y dos ajos rojos que previamente hemos machacado con la mano. Subimos la temperatura y cuando comience a hervir la aromática mezcla, reduciremos la temperatura del fuego -4 en vitro- y mantendremos reduciendo durante unos 12 minutos.
4º.- Como en casa nos encanta la cebolla con el pescado tomé la iniciativa de añadirle a este escabeche las cebolla con una pizca de sal y un poquito de ajo adicional.
5º.- Cuando la cebolla está en su punto -doradita y tierna- incorporamos el vino y subimos la temperatura de fuego hasta que se consuma completamente el alcohol del Vino de Rueda Solera que es un vino sabroso, muy aromático y que suelo utilizar con mucha frecuencia en mi cocina.
Esto va muy bien, ya tenemos mucha tarea adelantada

6º.- Escurrimos muy bien la cebolla y los ajos y los incorporamos a la cazuela.

7º.- Enharinamos las rodajas de melva y las sellamos ligeramente en el aceite donde previamente habíamos pochado las dos cebollas y un poquito de ajo rojo picado.
No es recomendable que os paséis con la harina
8º.- Situamos las rodajas de melva en la cazuela con una hoja de laurel, subimos la temperatura del fuego y cocemos este exquisito pescado a fuego lento durante 10 minutos.
Estos pedazos de melva los reservé para cocinarlos a la plancha, un poquito más tarde, ya os comentaré lo que sucedió.
9º.- Transcurridos los primeros 5 minutos de cocción de la melva en la salsa escabeche le añadiremos un poquito de pimentón que hemos sofrito en un poquito de aceite donde habíamos sellado la melva y lo incorporamos sobre el pescado exprimiendo un poquito de zumo de limón sobre nuestros ingredientes por recomendación de Teri Ceán.
Un plato exquisito amigos y compañeros del que sólo puedo compartir con vosotros estas apetitosas imágenes. Os aseguro que una vez hayan transcurrido los 10 minutos de cocción a fuego lento y dos minutos adicionales más de reposo, esta melva en escabeche caliente acompañada de unas patatas cocidas-patatas fritas también, jajaja- de mi querida tierra os harán un poquito más felices porque la cocina nos une y la rica comida también nos une y si la maridamos con buen vino mucho mejor.
¡Viva el rico, saludable y económico pescado azul!
¡Viva la melva!:………..¡Viva!; ¡viva!.
Mi hija María regresó de Santiago y ella misma cocinó las rodajas de melva que yo le había reservado a la plancha y quedó encantada. Menos mal que me dejó estas exquisitas alitas de melva que como me comentaba Teri Ceán es una parte deliciosa de este túnido dado que en su corte tiene una parte de su ventresca.
Añadimos media cucharada de aceite en una sartén y a fuego fuerte comenzamos a cocinar a la plancha estas alitas de melva situándolas con la piel hacia abajo como podéis observar en estas fotografías.
Cuando observéis que su carne comienza a cambiar de color por su parte inferior le daréis la vuelva marcando la carne durante un par de minutos o un poquito más según el gusto de cada uno de vosotros.
Tenéis ante vosotros un plato sencillo pero exquisito, no dudéis de mi palabra compañeros.
Afortunadamente nos sobraron algunas rodajas de melva y pudimos disfrutar de este exquisito pescado en escabeche frío durante unos días más, degustando en las cenas un poquito de este saludable pescado azul con patatas cocidas.
Tengo que darles las gracias a las pescaderas, a los pescaderos y en general a todos los trabajadores de mi querida Plaza de Lugo por su simpatía, por su generosidad y amabilidad porque siempre han colaborado amablemente conmigo con una sonrisa en su rostro.
En esta ocasión ha sido la pescadera Teri Ceán quien ha compartido conmigo conceptos aderezados de afecto durante su trabajo y a la que podéis ver en esta fotografía con su amigo Fernando que en este mismo día estaba vendiendo unos besugos espectaculares que poco le faltaban para saltar en su puesto de pescadero de la frescura que acreditaban ante nuestros ojos.
Os deseo de todo corazón una Feliz Navidad amigos y os doy las gracias por compartir desde Gastronomía en verso.
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