El pasado 26 de enero (sábado por la mañana) fui de compras a la Plaza de Lugo con la finalidad de encontrar un sabroso pescado para celebrar mi cumpleaños al día siguiente. El mercado estaba rebosante de pescados y mariscos y aunque iba a tiro fijo para comprar un rico besugo de unos dos kilos, llegué tarde y curiosamente -como suele suceder- una señora compró el único y hermoso besugo que quedaba. 
Las alternativas eran estupendas, las lubinas (róbalos) eran excelentes y las bonitas y frescas merluzas del pincho también a un precio estupendo (10 €/kilo).  A mi diestra observé unos meros preciosos  y como nunca había cocinado este pescado al horno, me decidí a comprar animado por la simpática pescadera que no paraba de decirme que era  la mejor  de las opciones para celebrar mi cumpleaños, mostrándome un estupendo ejemplar, una pieza de 3 kilos 470 gramos que mandó recoger a su compañera de una bandeja que guardaba con celo en su puesto de venta de pescado.
La anécdota curiosa es que para cocinar este hermoso ejemplar de mero entero  busqué información y recetas entre mis libros de cocina y en Internet sin encontrar una opción que fuera de mi agrado. La gran mayoría de la información hacía referencia a recetas de mero a la plancha, al horno de pequeño tamaño o previamente fileteado en la mayoría de las propuestas.
Comparto con vosotros esta sencilla receta de nuestra cocina tradicional y confío y deseo que sea de vuestro agrado porque el mero tiene una carne excelente y cocinado al horno con hortalizas estaba de rechupete.
De la mar, el mero; de la tierra el cordero
Mar mía, mar agitada, nunca lo habría imaginado; mero en el horno condenado
Fotografía obtenida con mi móvil en la Plaza de Lugo en La Ciudad de Cristal
 Un hermoso ejemplar de mero

Ingredientes para 6 comensales:

1 mero de 2 kilos 900 gramos (limpio de escamas y vísceras).
300 gramos de judías verdes.
200 gramos de champiñones o setas silvestres.
3 pimientos verdes italianos.
1 pimiento rojo.
Tomates cherry.
2 cebollas.
2 dientes de ajo rojo.
1 calabacín.
Perejil.
Caldo de pescado.
2 kilos de patatas gallegas.
1/2 vaso de vino de Rueda Solera.
Aceite de oliva virgen extra.
Sal.

Preparación:
1º.- Lavamos las judías, las cortamos a lo largo en dos o tres partes  y las escaldamos en agua hirviendo durante unos minutos sin que lleguen a estar completamente tiernas. Mientras tanto, limpiamos muy bien el mero de escamas y de restos de vísceras y lo secamos muy bien con un paño de cocina muy limpio o con papel absorbente.
2º.- Troceamos las cebollas en juliana y las pochamos ligeramente en un poco de aceite de oliva virgen extra y una pizca de sal. Incorporamos los ajos picados cuando la cebolla comience a dorarse ligeramente, salteamos durante un par de minutos más y reservamos.
 3º.- Cortamos los champiñones y los salteamos ligeramente con un poquito de sal y reservamos. Lo ideal hubiera sido añadir Cantharellus cibarius y Trompetas de los muertos -el plato se lo merecía- pero estas deliciosas setas silvestres las consumí todas en las pasadas fiestas navideñas, ainsssss, ainsssss…De todas formas, el resultado final ha sido excelente y a los hechos me remito.
 4º.- Incorporamos los pimientos verdes, el pimiento rojo, los champiñones y el calabacín previamente cortados en rodajas, un poquito de sal y continuamos pochando a fuego lento nuestras ricas hortalizas durante unos 5 minutos más.
5º.- Cortamos las patatas en rodajas de medio centímetro y las doramos ligeramente en nuestra freidora. Una parte importante de las patatas fritas las mezclaremos con nuestro sofrito de hortalizas y una pizca de sal incorporando las judías verdes y formando una cama sobre la bandeja a excepción de la zona donde previamente hemos colocado el mero. El resto de las patatas fritas las situaremos a nuestro gusto alrededor de la bandeja, de esta forma, al final del asado disfrutaremos de dos texturas con nuestras ricas patatas, tiernas, doradas, crujientes y muy sabrosas.
 6º.- Cortamos los tomates cherry a la mitad y los distribuimos a nuestro gusto sobre la bandeja y añadimos un poquito de caldo de pescado. En mi caso, he utilizado caldo corto que tenía congelado de cabezas de merluza cocidas con puerro, zanahoria, cebolla, perejil y sal.
 7º.- Precalentamos el horno a 200º con función horno convencional y situamos la bandeja en una posición intermedia con calor arriba y abajo durante cinco minutos, descendiendo posteriormente a 180º y manteniendo el mero durante 60 minutos, unos 20 minutos por kilo.
8º.- Recordad que una referencia estupenda es el color del ojo de pescado, cuando adquiera un color blanco que podamos apreciar con claridad, el pescado debería estar en su punto. En las fotografías superior e inferior podéis apreciar esta referencia natural.
 9º.- Cuando hayan transcurrido 30 minutos regaremos el pescado con la salsa que se vaya formando y un poquito de Vino de Rueda Solera. Para presentar la bandeja ante los comensales espolvoreamos abundante perejil finamente troceado sobre nuestros sabrosos ingredientes.
 10º.- Queridos amigos, el mero es un pescado exquisito. Observando estas fotografías os podéis hacer una ligera idea de lo delicioso que estaba este plato, un manjar compañeros, un manjar.
Celebramos mi cumpleaños pero también celebramos con champán y vino Godello que a mi sobrino Antón le habían dado el alta en el hospital y ya estaba en casa y que afortunadamente la salud nos sigue acompañando a todos como fiel, excelente e insustituible compañera de camino.
 
San Valentín está a las puertas queridos amigos, os invito a sorprender a vuestras parejas con un exquisito plato de cocina hecho por vosotros con pasión y mucho cariño.
 

«Ridente la calma«. Carpe diem.

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