Naranjas confitadas que enamoran con o sin chocolate.

Es verdad, el tiempo del popular Roscón de Reyes ha pasado pero yo me pregunto por qué sólo disfrutamos de un postre tan rico -nosotros aún no nos hemos resignado- el día 6 de enero de cada año. Hoy deseo compartir con vosotros un ingrediente que no debería faltar en un excelente Roscón de Reyes y es muy sencillo de explicar dado que las naranjas confitadas enamoran. ¿De verdad que no me creéis?.

Postre sencillo e irresistible a un mismo tiempo el que he cocinado y parece mentira que a mis años no lo haya hecho antes, ironías de la vida pero me vengaré, no lo dudéis queridos mortales, me vengaré porque este postre me ha conquistado no sólo por su sencillez sino también por su aroma, su textura y la excelente combinación de la naranja con chocolate fundido.

Sin más preámbulos, os invito a leer y visualizar estas apetitosas fotografías y os animo a comprobar que lo que he afirmado es absolutamente cierto.

Ingredientes:

2 excelentes naranjas dulces españolas.
1/2 litro de agua o agua mineral si fuera necesario.
300 gramos de azúcar blanca.
1/2 tableta de chocolate Nestlé postres.
1/2 cucharilla de Aceite de Oliva Virgen Extra sabor suave (A.O.V.E).

Preparación: Lavamos muy bien las naranjas y las secamos con papel absorbente de cocina. Cortamos las naranjas en rodajas de unos  5 mm de grosor más o menos con un cuchillo muy bien afilado y reservamos. En una cazuela añadimos el medio litro de agua y comenzamos a calentar a fuego medio añadiendo el azúcar y disolviéndola muy bien en la misma. Introducimos posteriormente en la cazuela las rodajas de naranja y comenzamos a cocerlas a fuego lento durante una hora y media o dos horas. Transcurrido el tiempo, retiraremos con una espumadera una a una cada rodaja y las situaremos sobre una rejilla manteniéndolas sobre ella durante al menos dos días para que se vayan secando de forma natural sin necesidad de introducirlas en el horno. Estas naranjas confitadas están deliciosas y las podemos degustar sin más preámbulos o utilizarlas para enriquecer postres como el popular Roscón de Reyes. Si nos gusta el chocolate tenemos una opción ideal que consiste en bañar total o parcialmente las rodajas de naranja confitadas en un excelente chocolate fundido. Para ello, fundimos el chocolate sin prisa alguna en intervalos de 10 segundos en el microondas después de trocearlo previamente y le añadimos el A.O.V.E removiendo con una cuchara hasta comprobar que tenemos el chocolate perfectamente fundido y listo para cubrir parcial o totalmente la fruta. A continuación, bañamos cada rodaja de naranja en el chocolate fundido hasta la mitad en nuestro caso y las iremos situando sobre una rejilla hasta que el chocolate adquiera una textura consistente que nos permita emplatarlas y degustarlas.

Recomendación: Podemos conservar las naranjas confitadas separándolas mediante una sección de papel sulfurizado o papel de horno -observad las fotografías inferiores- o congelarlas previamente para posteriores preparaciones con postres o degustaciones aunque dudo que lo hagáis porque son irresistiblemente deliciosas.

Las naranjas deben ser de excelente calidad, muy aromáticas y dulces.

Lavamos muy bien las naranjas y las secamos con papel absorbente de cocina. Cortamos las naranjas en rodajas de unos 5 mm de grosor más o menos con un cuchillo muy bien afilado y reservamos.

En una cazuela añadimos el medio litro de agua y comenzamos a calentar a fuego medio añadiendo el azúcar y disolviéndola muy bien en la misma.

Introducimos posteriormente en la cazuela las rodajas de naranja y comenzamos a cocerlas a fuego lento durante una hora y media o dos horas.

Transcurrido el tiempo, retiraremos con una espumadera una a una cada rodaja y las situaremos sobre una rejilla manteniéndolas sobre ella durante al menos dos días para que se vayan secando de forma natural sin necesidad de introducirlas en el horno.

Estas naranjas confitadas están deliciosas y las podemos degustar sin más preámbulos o utilizarlas para enriquecer postres como el popular Roscón de Reyes.

Podemos conservar las naranjas confitadas separándolas mediante una sección de papel sulfurizado o papel de horno -observad las fotografías inferiores- o congelarlas previamente para posteriores preparaciones con postres o degustaciones aunque dudo de que lo hagáis porque son irresistiblemente deliciosas.

Deliciosas sin más.

Si nos gusta el chocolate tenemos una opción ideal que consiste en bañar total o parcialmente las rodajas de naranja confitadas en un excelente chocolate fundido.

Para ello, fundimos el chocolate sin prisa alguna en intervalos de 10 segundos en el microondas después de trocearlo previamente y le añadimos el A.O.V.E removiendo con una cuchara hasta comprobar que tenemos el chocolate perfectamente fundido y listo para cubrir parcial o totalmente la fruta.

A continuación, bañamos cada rodaja de naranja en el chocolate fundido hasta la mitad en nuestro caso y las iremos situando sobre una rejilla hasta que el chocolate adquiera una textura consistente que nos permita emplatarlas y degustarlas.

Un postre sencillo en cuanto a su preparación e irresistiblemente delicioso.

Recordad, podremos conservar las naranjas confitadas separándolas mediante una sección de papel sulfurizado o papel de horno o congelarlas previamente para posteriores preparaciones con postres aunque dudo de que lo hagáis porque son irresistiblemente deliciosas.

¿Enamoran?

Por favor amigos, no se lo digáis a nadie pero es que son tan deliciosas que no he podido evitarlo. ¿Repetimos?.

Me despido de vosotros hasta la próxima mientras en A Coruña la lluvia nos ha dado una pequeña tregua. Feliz semana, felices y dulces sueños con aromas y sabores de naranja, felices días en este año nuevo que ha comenzado a caminar.