¡Qué ricas esas acelgas!.
¡Cómo pasa el tiempo compañeros!, ya han transcurrido más de 4 años desde mi primera receta de pencas de acelgas y hoy me gustaría compartir con vosotros una sencilla forma de cocinar unas ricas y saludables acelgas acompañadas de unos deliciosos cachelos de mi querida tierra gallega.
Mi cuñado Chisco tiene un pequeño huerto y aquella mañana en Pontedeume me animé a recolectar un hermoso y fresco manojo de acelgas para cocinarlas siguiendo las recomendaciones de Lola y Rafa que son primos de María.
Quiero dedicarles a ellos esta sencilla receta dado que Lola me instruyó como buen aprendiz a limpiar las pencas de acelgas de la forma más eficiente posible como así podéis apreciar en alguna de las fotografías que hoy comparto con vosotros.
Pienso honestamente que esta saludable hortaliza no sólo se merece una bonita poesía sino que además acredita importantes propiedades alimenticias así que este hombre amante de las caldeiradas, guisos, asados y estofados os anima a consumir acelgas de diversas formas en beneficio de nuestra salud.
ACELGAS
Esas acelgas tristes y arrugadas
no desprecies jamás con desparpajo.
La pasa, el pimentón, la almendra, el ajo.
Castilla, en fin, las vela matizadas.
Esas acelgas pálidas, rehogadas,
no son, mal que te pese, un comistrajo;
son trocitos acaso del refajo
de Aldonzas de cristal sublimizadas.
Pruébalas, que te comes los confines
del gusto, que es un plato de disanto
y jolgorio, que sabe a fervorines;
que esas acelgas tienen el encanto
de heráldicos y fritos lambrequines:
ojivales compadres del acanto.
Ingredientes: Un hermoso y fresco manojo de acelgas, 500 gramos de cachelos, aceite de oliva virgen extra, sal fina, limón.
Elaboración: Limpiamos las acelgas de restos de tierra y retiramos de las pencas las partes más fibrosas auxiliándonos con un pequeño cuchillo de cocina como podéis observar en las fotografías inferiores. Lavamos muy bien en agua fría las acelgas y las pencas y cortamos estas últimas en pequeñas secciones a nuestros gusto. Escaldamos en agua hirviendo -«en cero coma» como suele decir Sergio Fernández– con un poco de sal fina y durante un par de minutos las acelgas y las pencas -en este caso eran muy tiernas- y las retiramos a un recipiente con agua helada o muy fría para cortar la cocción de las mismas. Escurrimos las acelgas y las pencas auxiliándonos de un colador amplio de cocina y las aderezamos a nuestro gusto. En este caso he seguido las recomendaciones de Lola y Rafa para respetar al máximo el auténtico sabor de esta saludable y rica hortaliza y sólo hemos rociado con A.O.V.E y unas gotitas de limón a gusto de cada comensal. Las acelgas y las pencas las hemos acompañado en esta ocasión con unos ricos cachelos cocidos en agua y sal.
Un plato sencillo, saludable y muy rico. Como dice el texto de la poesía que he dedicado una vez más a las acelgas en este post en mi cocina de amateur gastronómico sólo te puedo decir querido mortal:
«Pruébalas que te comes los confines
del gusto, que es un plato de disanto
y jolgorio, que sabe a fervorines;
que esas acelgas tienen el encanto
de heráldicos y fritos lambrequines:
ojivales compadres del acanto.»
Limpiamos las acelgas de restos de tierra y retiramos de las pencas las partes más fibrosas auxiliándonos con un pequeño cuchillo de cocina como podéis observar en las fotografías inferiores
Lavamos muy bien en agua fría las acelgas y las pencas y cortamos estas últimas en pequeñas secciones a nuestros gusto
Escaldamos en agua hirviendo -«en cero coma» como suele decir Sergio Fernández- con un poco de sal fina y durante un par de minutos las acelgas y las pencas -en este caso eran muy tiernas- y las retiramos a un recipiente con agua helada o muy fría para cortar la cocción de las mismas.
Escurrimos las acelgas y las pencas auxiliándonos de un colador amplio de cocina y las aderezamos a nuestro gusto. En este caso he seguido las recomendaciones de Lola y Rafa para respetar al máximo el auténtico sabor de esta saludable y rica hortaliza y sólo hemos rociado con A.O.V.E y unas gotitas de limón a gusto de cada comensal. Las acelgas y las pencas las hemos acompañado en esta ocasión con unos ricos cachelos cocidos en agua y sal.
Las acelgas y las pencas las hemos acompañado en esta ocasión con unos ricos cachelos cocidos en agua y sal.
Un plato sencillo, saludable y muy rico.
Como ya os he comentado en las Redes Sociales, el verano se siente y aún está presente por estas bellas tierras del Atlántico así que yo………………………………………………………………………………………..resistiré, resistiré, resistiré.
Os deseo un feliz viernes y un feliz fin de semana de verano; ¡resistiré!; ¡resistiré!….
Que bien lo pasaste en Pontedeume ademas de disfrutar de la familia has cocinado y has podido ir a recolectar verduras al huerto de tu cuñado que placer coger las cosas de la huerta y llevar directamente a la cocina ademas de saber muchoooooooooo mas es mucho mas sano ,mi hijo solo se come los tomates cuando los cogemos del huerto al igual que su padre el resto del año no hay forma de que los caten dicen que son de plastico jajaja y lo mismo con las acelgas nada que ver en sabor no hay manera de engañarlos oiga.
Seguro que esas acelgas con cachelos estaban de muerte relenta no lo siguiente.
Bicos mil y feliz finde wap@s.
Muchas gracias Chus, siempre tan generosa en afecto, voy a tener que cocinar para ti en O Barco de Valdeorras dado que por A Coruña no te veo así que ya lo sabes, estás invitada si nos visitas, sólo tienes que avisarme y tendrás un amateur gastronómico a tu servicio.
Bicos guapa, muchas gracias por compartir.
Que suerte poder comer y preparar alimentos recién arrancados de la tierra, me encantan las acelgas, aunque la gente digan que son aburridas la prueba de que no es verdad esta en ese plato que has cocinado. Besos