El pasado viernes, María y yo nos reunimos alrededor de una mesa generosa con un grupo de amigos ante esta raclette que podéis ver en esta fotografía.

Al calor de los fogones, podéis ver algunas fotografías de las sabrosas viandas que compartimos con nuestros amigos.

Me gustaría recomendaros una vez más –sobre todo en estos tiempos– que disfrutéis intensamente de la familia y de las personas que son realmente generosas a la hora de compartir la verdadera amistad.

Amigo, amistad, son dos hermosas palabras, dos conceptos que todos empleamos cotidianamente en nuestras vidas sin detenernos a reflexionar un solo instante en la esencia de sus correspondientes y verdaderos significados.Un día triste y desafortunado, un día gris; un mal día como solemos decir, un amigo o una amiga de verdad, te ofrece un gran regalo sin pedir nada a cambio, un regalo inesperado y sientes una gran alegría en tu corazón porque la verdadera AMISTAD está aderezada de una gran generosidad y sobre todo, de sana empatía.

Cuentan que un águila criticaba a la gallina y le decía: «Qué injusta eres, tu amo te da comida, agua y cobija. Pero cuando te llama, huyes y no dejas que te agarre. En cambio mírame a mí, cuando él me llama me poso en su brazo». A lo que la gallina respondió: «Puede que tengas razón pero dime, ¿alguna vez has visto una águila asada?»

Lo que falta al águila de la historia, y también a algunos líderes, es empatía. Haga un esfuerzo por ponerse en el lugar de su subordinado y se convencerá de la importancia de tratar a las personas como seres humanos.

Fuente consultada: «Cuidando el agua del radiador» (David Fischman)

Hace unos días –del 4 al 9 de abril de 2011)–, cuando asistía a una de las ilustrativas conferencias sobre «La Felicidad en el Trabajo» en el «XLVI Congreso Nacional de Alumnos y Exalumnos de Relaciones Laborales RR.HH y Graduado Social» en A Coruña, el ponente nos decía entre otras cosas que para ser «felices en el trabajo» debemos ser flexibles y practicar la saludable y vital empatía.

Yo brindo por la salud de las personas flexibles y que acreditan empatía, brindo por ti Inés, querida y apreciada amiga porque con tu actitud y valores humanos me has demostrado tu verdadera amistad.

¡Qué razón tenías querida amiga! cuando después de pedirle a tu hija pequeña que contara los dedos de su manita y después de escuchar su respuesta –5 dedos– tú le decías, que con mucha fortuna a lo largo del camino, ese sería el número de amiguitos que encontraría; – ¿ cinco en cada mano?, te preguntaba tu pequeña; -¡no! mi niña, sólo 5 nada más.

Queso fundido con la patata cocida, carnes y embutidos….¡um!, un placer.

Comer, comer, comer, a eso vamos ya; una tentación irresistible.

¿ A quien no le gustan los embutidos ?.
Nuestra amiga María nos preparó esta deliciosa empanada de hojaldre de jamón serrano y cabello de ángel que os recomiendo con cariño desde mi cocina.

María nos preparó esta sencilla y deliciosa tarta de queso y frambuesas.

María y Antonio, muchas gracias por vuestra invitación a una mesa generosa en la pudimos compartir sabrosas viandas al calor de los fogones con buenos amigos, y sobre todo, el calor entrañable de vuestra amistad.

 

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