Rosbif de ternera gallega a nuestro gusto.
El pasado día 6 de diciembre, celebramos en familia el cumpleaños de María, y me decidí a preparar un jugoso y tierno rosbif de lomo bajo de ternera gallega; decisión que había tomado con unos días de antelación, después de ver la receta de roastbeef que Kako nos aportó en su blog (En Guete).¡Es curioso!, pero tenía ganas de cocinar un asado de lomo de ternera gallega, sellando previamente la carne dado que siempre he preparado el plato de carne favorito de nuestra familia (croca de ternera gallega) de la misma forma pero sin haberla sellado en ninguna ocasión. Puedo confirmaros que no hemos apreciado diferencias substanciales -dorar o no la carne- en cuanto al resultado final, es decir; en cuanto a la mayor o menor jugosidad de la carne.Un rosbif tierno y muy jugoso, acompañado de un cremoso puré de patatas, pimientos del piquillo de Lodosa confitados y un sabroso Suuri Gummeli (receta tradicional suiza) ha sido el resultado de esta agradable experiencia práctica culinaria, de la que dieron buena cuenta todos los comensales.
Os recomiendo que disfrutéis con frecuencia de vuestras familias alrededor de una mesa -los espacios disponibles son lo de menos, dado que donde caben 17 comensales caben 18 ó 22- aderezada de una agradable sobremesa. ¡Carpe diem compañer@s!;¡carpe diem!, y que la salud y la fuerza os acompañen siempre a lo largo del camino.
Ingredientes para 18 ó 20 personas y sobrará:
1.- 4,5 kilos de lomo bajo de ternera gallega (el lomo alto es aún más tierno y más jugoso).
Lomo bajo de ternera gallega deshuesado.
2.- 500 gramos de mantequilla.
3.- 2 ó tres dientes de ajo grandes enteros.
4.- 7 cucharadas de aceite de oliva virgen extra para sellar la carne.
5.- Pimienta negra recién molida.
6.- Sal gruesa.
7.- Pimientos del piquillo de Lodosa (2 por persona).
1.- Comenzamos añadiendo pimienta negra recién molida a la carne.
2.- Doramos los dientes de ajo machacados en el aceite durante unos minutos y los retiramos.
3.- Subimos la temperatura a fuego vivo y en el mismo aceite, sellamos la carne por todas partes.
4.- Una vez que hemos sellado la carne, la trasladamos a una fuente de horno con suficiente fondo.
5.- Cortamos los dos bloques de mantequilla (250 gramos cada uno) en secciones de 5 milímetros y los incorporamos a la carne por todas partes.
6.- Introducimos el lomo bajo en el horno con función turbo a una temperatura entre 170ºC y 180ºC durante 22 minutos, rociando la carne con su propio jugo a los 11 minutos.
7.- Transcurridos los 22 primeros minutos de asado, salamos generosamente la carne con sal gruesa, giramos la bandeja 180º y la introducimos nuevamente en el horno durante otros 22 minutos, rociándola una vez más a los 11 minutos.
8.- Una vez, ha finalizado nuestro asado (44 minutos), dejaremos reposando la carne en el interior del horno durante unos 8 ó 10 minutos. Finalmente, retiraremos la carne del horno y la dejaremos reposando a temperatura ambiente, durante unos 5 minutos más, con la finalidad de facilitar su posterior corte.
9.- Cortaremos la carne atendiendo al gusto de nuestros comensales,–yo fina;¡no!, yo más gruesa– y la acompañaremos de puré de patatas y pimientos del piquillo confitados, el jugo de la carne y el jugo de los pimientos.
b) No se debe pinchar en ningún momento la carne.
c) Salaremos la carne, una vez hayan transcurrido los 22 primeros minutos de asado.
d) Os recomiendo como acompañamiento el Suuri Gummeli (receta tradicional suiza) de Kako.
d) El lomo alto de ternera gallega es más jugoso para preparar el rosbif.
holaaa
me encanta la entrada de hoy, una auténtica delicia, el video genial y la mesa preciosa puesta 🙂
Me encanta la receta!!!!
A que hora se cena?????????? jeje!
Es para comer despacio y disfrutarla!!!
Besitos!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Pero que mesa, es de etiqueta!!
Cuanto me alegro que hayas preparado el roastbeef, pero sobre todo que hayas probado las suuri gummeli, es que a mi me encantan y eso que yo con las papas no estaba reconciliada.
De seguro ha sido una tremenda cena, muchas gracias por compartir mis enlaces.
Un abrazo.
EL roastbeef es mi asignatura pendiente… cuando no se me pasa, se me queda demasiado crudo….tomare nota de tu receta.. y ya te contare.
me quedo a seguirte y ya de paso te lanzo una invitación a mi casa bloguera para que os paséis cuando queráis… un saludo
http://www.lasguisnderas.com
ya vi mi sitio,voy para alli…jejej…en su puntito.,..como a mi me gusta
Hace tiempo que no hablaba… De nuevo estoy aquí…
Esta receta va contra mis principios jejeje. Estoy a régimen y me encuentro con esto.
Enhorabuena por este hermoso plato. Y sí, tienes razón: alrededor de una buena mesa surgen las mejores conversaciones entre las personas.
Un abrazo desde Barcelona,
Javier
Me encanta el rosbif, yo lo hago muchas veces, a mi me gusta muy crudo. Tiene una pinta que me dan ganas de ir a comerlo a tu casa.
Un abrazo.
Te ha quedado súper rico y jugoso, me encanta la carne así.
Os habéis puesto las botas, halaaaaaaaaa que de eso se trata, de celebrar y celebrar, cuanto más, mejor.
bicos
Una estupenda forma de cocinar la carne. Kako siempre da en el clavo.
Un saludo.
Gracias por visitar mi blog y hacerte seguidor, yo no conocía el tuyo y viendo lo que tienes que pena no haberte conocido antes jajaja. No suelo preparar la carne así pero estoy convencida que a mi hijo seguro que le encanta. Un besazo y encantada de conocerte.
«Porque um menino nos nasceu, um filho se nos deu, e o
principado está sobre os seus ombros, e se chamará o seu
nome: Maravilhoso, Conselheiro, Deus Forte, Pai da
Eternidade, Príncipe da Paz» (Isaías 9:6).
Estamos felizes porque Jesus nasceu para todos nós.
Comemoramos esta grande bênção não apenas em um dia especial
de dezembro, mas em todos os dias do ano. Ele nasceu porque
nos amou e nós O amamos por ter nascido para nos salvar de
todos os pecados. Glórias a Deus!
Obrigado Senhor… aceite, como presente, o nosso coração.
FELIZ NATAL!!!
Bjs!
Absolutamente delicioso y tentador. No veas qué ganas me han dado de mordisquear la pantalla… Toda una tentación. Me encanta la receta y como la has presentado.
Besos.
Olá!
Vim agradecer a sua visita ao meu blog e conhecer o seu. E gostei muito do que vi!
Seja sempre bem-vindo ao Blog da Nô!
Saudações brasileiras, desde Portugal!
:o)
Menudo paso a paso con final de cine y todo, jaja,tengo que inclinarme pues tienes arte preparando y explicando tus recetas. Me quedo por aqui dando una vueltica. Un saludo
muchas gracias por todo lo que me has dicho, para mi la felicidad es lo mismo y sobre todo las pequeñas cosas :), no necesito grandes logros para ser feliz la verdad me considero afortunada pues me siento feliz! me quedo con tus recetas que a mi con alioli y a la plancha me encanta también:)
una cosa…que no somos paisanos! yo soy de Cantabria, tu no eres gallego? entonces donde esta el paisanismo? jajaja
Mar, claro que somos paisanos:
¿No somos del mismo país (España)?.
Mi padre era natural de Santander(Cantabria) y aunque yo he nacido en A/La Coruña, por mis venas corre sangre Cántabra salvo prueba en contrario, me encantan las anchoas y además quiero mucho a esta bellísima región de España.
Me alegro mucho de que te sientas feliz, hoy en día es un lujo.
Un abrazo.
Vengo a pasear un rato por tu blog, que hay de cosas ricas por aquí.
Besitos,
Menuda receta, en mi caso y en mi casa, navideña de siempre.
Yo lo hago con hueso, que es más resultón a la vista, pero mucho más incómodo para cortar, aunque tiene la enorme ventaja de que con los huesos y carne sobrante se hace un arroz de Roastbeef, que para mi, es el mejor plato de la navidad.
Te dejo los links por si te animas a roer el hueso la próxima vez.
Un beso desde las Rías bajas!!!
http://guisandomelavida.blogspot.com/2010/01/dadas-las-fechas-no-me-resisto.html
Assistindo no filme o passo-a-passo, hei de conseguir resultado semelhante. Esse seu blog desperta o apetite. Muito bom! Abraços.
Magníficamente cocinado; sobre todo, porque el rosbif de ternera debe quedar rosado, nunca crudo. Por eso yo prefiero utilizar para este plato vacuno mayor. El otro día preparé uno con lomo alto de Nebraska (USA), cuyo sabor era indescriptible. Qué pena que los gallegos, en general, sigamos aferrados a la ternera.