Bica blanca de Laza

Como ya os había comentado en el post o entrada que había dedicado a la Bica de A Pobra de Trives este postre es uno de mis favoritos. Hoy compartimos con vosotros la receta de la Bica blanca de Laza en versión de nuestra compañera bloguera cocinera Loly Llano de O Garfelo para que podáis cocinar en casa otro postre rico, rico que suele enamorar a niños y a no tan niños.

Este postre por su sencillez lo hemos cocinado en varias ocasiones, ha gustado mucho en casa, a familiares  y amigos y hay diversas opiniones sobre las preferencias entre la Bica de A Pobra de Trives y la Bica blanca de Laza para todos los gustos. Personalmente, yo me decanto sin lugar a dudas por la Bica de A Pobra de Trives porque es más sabrosa para mí debido al valor añadido en aroma y sabor que aporta la manteca de vaca o la mantequilla según preferencias.

También es verdad que María y yo teníamos depositadas nuestras esperanzas en nuestra querida amiga Pili para cocinar este postre con auténtica nata fresca de vaca pero me temo que ya no podrá ser porque así lo han querido las circunstancias del camino. De todas formas, conociendo a Pili seguro que otra vaca generosa aparecerá en escena y entonces hablaremos compañeros porque cuando se comparte se gana.

Os invito a cocinar los dos postres y ustedes tendrán a partir de ese momento la palabra.

¿Vamos con la receta?.

1º.- Comenzamos por montar las claras a punto de nieve sin dejar de batir en ningún momento como podéis observar en la fotografía superior.

2º.- Cuando las claras adquieran el aspecto que estáis observando sin llegar a estar montadas completamente es cuando comenzaremos a incorporar el azúcar poco a poco sin dejar de batir.

Harina preparada para ser previamente tamizada.

No se olviden ustedes, las varillas a velocidad lenta.

3º.- Tamizamos la harina con un colador  y comenzamos a batir a velocidad lenta hasta obtener una crema homogénea y podremos comprobar que todos los ingredientes han sido perfectamente integrados.

4º.- Montamos la nata bien fría en otro recipiente y reservamos.

5º.- Este paso es muy importante y consiste en incorporar la nata montada a la mezcla anterior poco a poco con movimientos envolventes hasta obtener una mezcla homogénea que al incorporarse en el molde debe caer como si estuviéramos plegando una corbata. Observad por favor  las fotografías inferiores.

En corbata.

6º.- Incorporamos la mezcla en el molde y la extendemos uniformemente auxiliándonos de una espátula de cocina.

¿Preparados para rociar con azúcar?

7º.- Rociamos generosamente toda la superficie con azúcar de manera uniforme.

8º.- Precalentamos el horno con función turbo aire caliente a 180º y horneamos entre 40 y 50 minutos según las características de cada horno. Comprobamos que la bica está cocida con una brocheta fina de madera. Como podéis observar en la fotografía superior es normal que se forme una apetitosa costra que cuartea.

Confío y deseo que os haya gustado esta receta y no tengo duda alguna de que os encantará este sencillo postre si os animáis a cocinarlo y a compartirlo. Es verdad, yo también confirmo que este postre está más rico al día siguiente.

¡Qué rica!, sobran las palabras compañeros.

Os recomendamos este molde de aluminio para hornear la bica dado que no será necesario untarlo con mantequilla para acoger a tan agradecidos ingredientes de nuestra querida cocina tradicional.

Carpe diem.